Muse en México: Reseña del concierto en Guadalajara


Unos cuantos golpes a la batería. Los sonidos de un teclado que destruye el silencio. El fin de la espera. Son las 21:04 horas, y las luces se encienden en el majestuoso escenario montado en la Arena VFG. Es el fin de la espera. Es Muse, que con su sonido salvaje y descarnado, conquista la noche.

En el pasaporte dice que son ingleses. Pero sobre el escenario, pierden esa nacionalidad. Allí arriba, como lo demostraron en cuanto aparecieron en el escenario del Coloso de la carretera a Chapala, le son fieles únicamente al rock. 

"¡Buenas noches, Guanatos!", saludó Matt Bellamy, voz de la banda, antes de interpretar Supermassive Black Hole. Y con eso, el griterío brutal desde las gradas, donde más de 15 mil incondicionales comenzaron a rugir al ritmo que los británicos proponían. Y es que una cosa quedó clara desde el inicio: El trío no llegó para ganarse al público. Lo tenían en la bolsa desde el comienzo. No había lugar para tibios, solo para fieles.

Histeria sonora

Aunque espectacular, el escenario que Muse montó en la VFG se aleja de otras grandes producciones. La apuesta no fue por una "pantallota" que lo iluminara todo y un montón de humo que tapara todo en el escenario, sino por una estructura móvil de LEDs, que parecía un candelabro orgánico, y del que nacían una serie de animaciones que acompañaban a los creadores de Hysteria y Resistance.

Pero no iba a ser la parafernalia visual la que definiera el concierto de Muse. El alma de la banda no reside en las luces y efectos, sino en la potencia sonora y la temeridad al momento de experimentar con cualquier sonido. Basta con decir que Bellamy no tuvo reparos en tocar la armónica en vivo, como preludio a Knights of Cydonia, y luego un baño de luces con Follow Me. Y abajo, en el ruedo y las gradas de la VFG, los aplausos, los gritos, la locura.

La comunión fue perfecta, y con cada acorde y estrofa fue aumentando la sincronía, y más cuando desde el escenario, Matt recordó que "ustedes son lo mejor, Guadalajara. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos? ¿Seis años?". Y acto seguido, el cantante protagonizó el momento de paroxismo en el concierto, cuando bajó del escenario y caminó entre el público. Cuando volvió a subir, lo hizo con una bandera de México entre sus manos. Era una de las muchas estampas con las que Muse vistió su noche de gloria, que terminó con la canción Survival

Fuente: http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2013/489877/6/muse-hace-vibrar-a-los-tapatios-en-la-vfg.htm

0 comentarios:

Publicar un comentario