La idea que movilizó The 2nd Law, el último álbum de Muse es una ley física, la de la termodinámica que habla de cómo gradualmente la energía va perdiéndose. El grupo británico vaya si la derrocha arriba del escenario; cerraron la segunda jornada del Personal Fest en GEBA y en su tercera visita al país ratificaron su condición de grupo que goza y hace gozar arriba del escenario.
El show –como prácticamente todos los que se dan en este
tipo de festivales- no fue particularmente largo (poco más de 90 minutos de
duración), pero sí fue muy intenso. Por supuesto, Matt Bellamy fue el eje del
espectáculo.
Es bueno y sabe que lo es, por eso no tiene empacho
alguno en darse diferentes momentos dentro del mismo show para que admiremos
sus diferentes facetas musicales. Si alguno se quiso quedar con sus cualidades
vocales, el de Devon, Inglaterra, demostró que tiene una voz prodigiosa que le
permite llegar a notas muy pero muy difíciles.
Luego sus aptitudes como guitarrista son la sustancia de
Muse y la que en más de una ocasión le hacen pensar a quien presencia el show
que hay más de una persona con el instrumento. Incluso también deja traslucir
su formación en música clásica y en más de una ocasión se sienta en el piano y
el aire de una de las claras influencias del grupo (Queen) sobrevuela algún
lugar del escenario.
Pero más
allá del talento, lo que se nota a las claras es el disfrute que tienen al
subir al escenario. Ese es su hábitat, mucho más que los estudios. Lo demuestra
el baterista Dominic Howard cuando dice algunas palabras antes de emprender la
retirada, lo exhibe el rostro del bajista Chris Wolstenholme y es ratificado
por el propio Bellamy cuando se presta a unas fotos (tomadas por los hombres de
seguridad) con algunas de las personas que estuvieron todo el día en la primera
fila, junto al vallado.
Luego de
“Unsustainable”, una suerte de introducción en la temática del álbum, Muse
apostó por “Supremacy” como para levantar a la gente de arranque. Irían pasando
otros temas como “Panic Station” (son caricaturas de diferentes líderes del
mundo, como para no olvidar las posturas sociales de Bellamy y compañía), “Plug
in Baby”, “Knights of Cydonia”, “Follow Me”, “Madness” o “Time is Running Out”.
Para el
cierre, la banda se dejó “Uprising”, “Starlight” y cuando el público pedía
“Hysteria”, concluyeron con el tema que los puso en los oidos de todo el mundo:
“Survival”. Sí, la canción oficial de los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012
y que instantáneamente lleva al espectador a los recuerdos de aquellos días de
julio del año pasado.
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